Tratamiento y Ayuda Psicofarmacológica |
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Tratamiento
1.
Contracondicionamiento (Azrin y Nunn, 1974)
Consiste fundamentalmente en la producción de respuestas incompatibles
con la conducta de tartamudeo. El sujeto debe ser entrenado para interrumpir
su habla en el momento de tartamudear, para inspirar profundamente. El
programa incluye otros aspectos:
- Formulación de pensamientos antes de hablar.
- Identificación de situaciones favorables al tartamudeo.
- Periodos de habla cortos.
- Ejercicios diarios de respiración.
- Procedimientos de relajación.
- Exhibición de las mejoras corregidas y apoyo de los familiares
y personas próximas.
2.
Entrenamiento con Metronomo (Brady)
Permite dotar al disfémico de un ritmo al hablar, haciendo coincidir
sus sílabas, palabras o frases con el golpeteo regular de un aparato
(metrónomo). El tratamiento consta de varias etapas:
1.1.
Se le demuestra al sujeto que puede hablar sin tartamudear (lo cual
acontece en el mismo momento que empieza a utilizar el metrónomo).
1.2. Se incrementa la
tasa de habla usando el metrónomo de forma gradual, según
una jerarquía de ansiedad.
1.3. Una vez conseguida
un habla normal, se desvanece progresivamente el uso del metrónomo.
Existen
el el mercado metrónomos electrónicos con audífono,
y de pulsera que emiten impulsos visuales y auditivos.
3.
Enmascaradores de Voz
Son
aparatos que impiden al sujeto oír su propia voz, con lo que desaparece
uno de los feedback más importantes en el mantenimiento de la ansiedad.
Se usan "retrasadores" de la audición u otros medios
más sofisticados.
4.
Técnicas de Intención Paradójica
Las
técnicas consisten en obligar al sujeto a reducir la ansiedad de
anticipación, instruyéndole a "tartamudear ex profeso"
antes de iniciar cualquier plática. Es conveniente "cambiar
al síntoma" en la instrucción paradójica: al
disfémico clónico se le instruye a efectuar una retención
tónica. Al disfémico tónico se le ordena repetir
clónicamente la primera sílaba de su alocución. Con
ello, el temido síntoma (tartamudeo) pasa a formar parte de las
instrucciones a seguir, y la ansiedad por temor a tartamudear, se convierte
en "ansiedad por si no soy capaz de tartamudear como me han dicho".
Como cargas de distinto signo, ambas se anulan.
Esta
exposición en una simplificación exagerada de la técnica
y de su metodología.
Es
prudente no menospreciarla de antemano pues, a pesar de su aparente simplicidad,
hemos comprobado repetida veces su potencial resolutivo en Disfemias.
Ayuda
Psicofarmacológica
En
aquellos casos en que la ansiedad de anticipación es muy relevante,
vale la pena el empleo de algún ansiolítico. La combinación
de bloqueantes de los beta-receptores, a dosis bajas. En algunos pacientes
producen efectos espectaculares.
Como hemos explicado anteriormente, existen diferentes técnicas
a seguir, pero la elección de una u otra (o la combinación
de varias entre sí) es difícil de entrada. De una forma
teórica se puede preferir una de ellas, añadiendo ansiolíticos
y/o betabloqueadores, según la evolución lo aconseje. Solamente
el resultado nos va a decir si la elección ha sido la correcta.
Conducta
a seguir
1.
Habida cuenta que el tartamudeo tiene un comienzo insidioso, y que no
siempre es fácil determinar si se trata de un tartamudeo fisiológico
o patológico, lo más prudente es consultar al logopeda siempre
que exista alguna duda. Muchos servicios y/o centros de psiquiatría
Infantil incluyen logopedas en sus equipos de diagnóstico y tratamiento.
2.
No resulta difícil aprender técnicas sencillas de tratamiento
para el tartamudeo. Algunas de las que antes hemos expuesto son relativamente
fáciles de emplear y pueden ser ensayadas por el pediatra, posponiendo
la consulta al logopeda para aquellos casos en que no se vea una mejoría
en un tiempo máximo de dos meses.
Fuente:
http://www.drromeu.net/
Fecha
última Inserción/Actualización: 17/04/2013
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