Si
eres mujer, sabes de que hablamos, cuando se va acercando la fecha casi
todas nos echamos a temblar: viene la regla y con ella esos dolores de
cada mes. Piernas cansadas, dolores de cabeza y abdominales, vientre hinchado
y congestionado, plenitud en las mamas... en resumen, toda una perspectiva
desalentadora, pero que igualmente es fácil de tratar con el tratamiento
y los medicamentos adecuados.
Este
mundo no es justo, mientras que algunas mujeres no padecen el llamado
síndrome premenstrual, y algunas incluso ni padecen molestias durante
la menstruación, la mayoría (60-70%) de las mujeres tiene
que afrontarlo como un mal inevitable.
El
síndrome de tensión premenstrual se produce 7 días
antes de la aparición de la menstruación y desaparece a
las pocas horas del inicio de la misma, siendo los problemas asociados
al mismo más problemáticos los trastornos psicológicos,
y que afectan también a los que nos rodean: cambios de humor, ansiedad
y agitación, ataques de llanto, falta de energía, irritabilidad,
agresividad, trastornos del sueño, dificultades para concentrarse,
etc. ¿te suenan? :).
Definición
La
dismenorrea es una menstruación dolorosa que se instaura 24 ó 48 horas
antes de la menstruación o bien al iniciarse ésta. Sus causas pueden ser
múltiples. Asociada a la excesiva producción de prostaglandinas
y su liberación en los tejidos del útero y en la sangre,
y que se hace más leve una vez comienza la hemorragia mentrual.
Consiste en un dolor cólico intenso localizado en la parte inferior del
abdomen (hipogástrica o lateral ovárica) que a veces se irradia hacia
la cara anterior de los muslos y la zona lumbar (repercusiones lumbares).
La
mayoría de las mujeres hacen este diagnóstico casi siempre sin equivocarse.
Afecta
a mujeres durante su vida reproductiva, desde la menarquía hasta la menopausia.
Naturalmente, la intensidad de estos síntomas puede ser muy variable y
estar sujeto a factores subjetivos y psicológicos.
En
algunas mujeres la dismenorrea puede acompañarse también de fatiga, lumbalgia,
cefalea o irritabilidad.
Epidemiología
La
frecuencia de dismenorrea difiere entre las distintas poblaciones, pero
se estima que más del 60% padecen dismenorrea, disminuyendo esta frecuencia
por cada década de la vida. Además, existe una relación directa entre
la duración y la regularidad de la menstruación con el dolor.
La
dismenorrea es uno de los trastornos ginecológicos más frecuentes. Una
de cada dos mujeres padece menstruaciones dolorosas. La intensidad de
los dolores depende de cada mujer y del umbral de sensibilidad.
Estadísticamente,
un 50-80% de las mujeres a lo largo de su vida fértil, sufrirán algún
trastorno de tipo dismenorreico y el 10% verán como sus vidas profesionales
o sociales se ven alteradas a causa de estas molestias.
Sin
embargo, el dolor disminuye con el inicio de las relaciones sexuales y
con el nacimiento de los hijos.
Generalmente,
la dismenorrea primaria se inicia al año de la menarquía (primera regla),
cuando empieza a producirse ciclos ovulatorios.
Clasificación
Generalmente la dismenorrea es un trastorno que no refleja
una alteración patológica orgánica, pero puede representar el primer indicio
de diversos problemas ginecológicos. Por este motivo, basándose en su
causa, la dismenorrea se clasifica
en:
-
Dismenorrea
primaria o esencial,
cuando no se asocia a ninguna patología ginecológica demostrable.
Suele iniciarse al año de la menarquía (primera regla), cuando empiezan
a producirse los ciclos ovulatorios.
Contiene una cantidad excesiva de prostaglandinas, que son probablemente
las responsables de otros síntomas menstruales, como dolor
de cabeza, diarrea y vómitos.
Suele afectar a mujeres más jóvenes, sin paridad. El dolor se inicia
unas horas antes del inicio de la menstruación y cede al primer día
del comienzo del periodo. Normalmente la mujer tiene ciclos sin otros
síntomas ginecológicos. La dismenorrea primaria siempre es sinónima
de ciclos menstruales ovulatorios, por lo que no suele presentarse
hasta que se establece una ovulación regular, lo que ocurre aproximadamente
de un año a tres después de la menarquía.
Las mujeres que toman las pastillas anticonceptivas tradicionales
que detienen la ovulación no cuentan con la producción
de prostaglandinas características de los ciclos ovulatorios
y sus períodos son típicamente indoloros.
-
Dismenorrea secundaria,
asociada a enfermedades ginecológicas.
Se caracteriza por un dolor menstrual que se asocia a un proceso pelviano.
Su comienzo aparece característicamente a edades más tardías (alrededor
de 30 años) y puede asociarse a ciclos anovuladores. Esta forma de
dismenorrea puede deberse a enfermedades ginecológicas como endometriosis,
infecciones pelvianas, leiomiomas, quistes. Suele ser frecuente en
mujeres que utilizan dispositivos intrauterinos (DIU). El dolor puede
iniciarse antes de la menstruación y mantenerse durante casi todo
el periodo.